El Mallorca afronta una semana decisiva marcada por dos partidos que pueden cambiar por completo el rumbo del equipo y el futuro de Jagoba Arrasate en el banquillo bermellón. Este martes 2 de diciembre, los rojillos visitan Los Pajaritos para disputar el Numancia – Mallorca de Copa del Rey, un duelo trampa en el que la presión será máxima, especialmente después del empate ante Osasuna en Son Moix, donde apenas acudieron 15.000 espectadores, una cifra que refleja el creciente distanciamiento entre la afición y el equipo.
Pero la exigencia no termina ahí. Sin apenas descanso, el Mallorca viajará el viernes al Carlos Tartiere para enfrentarse al Real Oviedo en un partido de LaLiga que puede resultar clave. El conjunto balear se encuentra a solo un punto del descenso, una situación difícil de explicar contando con uno de los mejores delanteros del campeonato, Vedat Muriqi, actual tercer máximo goleador de Primera División, y con un futbolista tan desequilibrante como Virgili, uno de los jugadores más diferenciales de la categoría.
Arrasate se la juega
La semana, por tanto, es crítica. Y la figura de Arrasate está ya bajo una lupa que cada día pesa más. La gestión del técnico vasco está siendo muy discutida, tanto por la lectura de los partidos como por decisiones internas que no han sentado bien al entorno, como la apartación de Dani Rodríguez. El jugador de Betanzos quedó fuera del equipo tras unas desafortunadas declaraciones, y ahora parte de la afición exige su regreso inmediato al día a día del primer equipo.
¿Ha actuado Arrasate correctamente? Es el debate instalado en el mallorquinismo. Algunos defienden la disciplina interna y el respeto al grupo. Otros creen que, con el equipo sufriendo, dejar fuera a un futbolista con peso como Dani Rodríguez es un error estratégico. Su regreso podría aportar carácter, llegada y liderazgo a un Mallorca que necesita más que nunca levantar la cabeza.
Lo que está claro es que solo unos resultados excelentes y una imagen muy mejorada pueden dar la vuelta a la tortilla. De no ser así, el pronóstico empieza a ser inquietante: Jagoba Arrasate podría no comerse el turrón en el banquillo mallorquinista. La Copa ante el Numancia y la visita al Oviedo marcarán la temperatura de un proyecto que está obligado a reaccionar.
El balón ya rueda esta semana para un Mallorca que se la juega. Y no solo se juega puntos: se juega credibilidad, estabilidad y futuro.
Convocatoria para el partido de Copa del Rey
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